Los sistemas de distribución en fontanería son esenciales para garantizar el suministro eficiente de agua potable desde una fuente hasta los puntos de consumo, como viviendas, edificios o instalaciones industriales. Su funcionamiento se basa en una red de tuberías, bombas y accesorios que transportan el agua con la presión y caudal adecuados. Existen diferentes configuraciones y métodos de distribución según las necesidades y características del entorno.
Por gravedad: El agua fluye desde una fuente elevada hacia los consumidores aprovechando la fuerza gravitacional. Este método es eficiente energéticamente y requiere menos mantenimiento, pero depende de la topografía del lugar12.
Por bombeo: Utiliza bombas para impulsar el agua cuando la fuente está a menor altitud que los puntos de consumo. Es ideal para zonas urbanas planas, aunque implica mayor coste energético y mantenimiento14.
Combinado: Combina bombeo y gravedad, utilizando depósitos elevados para garantizar un suministro constante y fiable14.
Radial: Las tuberías se distribuyen desde un depósito central hacia las áreas de consumo. Ofrece alta presión y rapidez, pero es más costoso1.
En anillo: Rodea la zona con tuberías principales interconectadas, permitiendo suministro desde múltiples puntos en caso de fallos1.
Reticulado: Ideal para ciudades modernas, con conexiones entre tuberías que minimizan pérdidas de presión y garantizan flujo continuo12.
Estos sistemas aseguran la eficiencia hidráulica y adaptabilidad según las condiciones locales.